VIVENCIAS


Ante todo, gracias a los navegantes, que casualmente pasáis por en esta página, por los emails compartiendo algún recuerdo de hace tantos años. Es una grata sorpresa ver que somos muchos los que recordamos con cariño el Segur de los años 60-70.
Segur en los 70
(aquellos maravillosos años)

Aterricé en Segur por primera vez en 1971. Venía de Comarruga, donde ya había pasado algún verano con mis padres. Tuve la suerte de conocer Segur antes de que se convirtiera en una enorme urbanización -la mayor de Europa durante años-.

Entonces sólo había solares con algún que otro edificio y casas de 1 planta desperdigadas; y una playa virgen, muy limpia y ancha, con muchos peces en la misma orilla y estrellas de mar a poco que te metías hacia adentro.

Eran otros tiempos, desde luego, y también otras gentes. Había más placas de matrícula extranjeras en el paseo que ahora y el turismo nacional era de bastante calidad.  Al principio Segur fue para mí el lugar de vacaciones. Era, para mí como para mis amigos, el lugar al que te llevaban tus padres tras un largo viaje en coche por las costas, l' Ordal o aquella nueva autopista de Martorell, tan denostada hoy por mala, cara y atascada, pero que vino de fábula entonces. Después, cuando ya eres "mayor" y te gusta el sexo opuesto (o el mismo, eso cada cual sabrá) ya te escapabas con el tren, y finalmente con tu propio coche, etc, etc. Aunque suene a batallita, creo que una de las cosas más divertidas es recordar los morreitos en la playa, donde recuerdas haber perdido la virginidad (menuda tontería, pero hay que ver lo que nos preocupaba entonces) y en qué locales empezaste a beber, fumar, las primeras juergas y otras cosas buenas de la vida (la mayoría cada vez más prohibidas)...

En mi antigua manzana (entre las calles Ebro, Gaudí y Pisuerga) mediados los 70 sólo había otro bloque de pisos y 4 casitas blancas. 30 años después no queda ni un metro cuadrado libre para edificar.
 
Hoy en día (2005), a falta de solares, han tirado las casas de la calle Ebro para hacer un bloque enorme de pisos, ha desaparecido cualquier atisbo de descampado. Cuando veo la serie "Cuéntame" y Carlitos habla de que no les quiten el descampado, me acuerdo que mis amigos y yo jugábamos a "polis i lladres" (ni playstation ni nada, desde luego) en los descampados que hoy son enormes bloques y, como decía Johann Cruyff, se me pone 'gallina de piel' al recordarlo. Mi sobrino de 10 años alucina cuando le cuento algunas cosas de los 70. Ellos también bajan a la calle, pero a hacer duelos de Gameboys. No saben qué es jugar a fútbol en medio de la calle, ni ir en colla a Cunit o Calafell montados en bici sin pensar en los coches, jugar a polis i lladres , no subir a casa hasta pasadas las 12 de la noche y vivir en apartamentos con la puerta abierta casi todo el día a donde llegabas tarde a comer después de una larga mañana de playa vigilados por las correspondientes madres.

Curiosamente, para los que crean que cualquier tiempo pasado fue peor, diré que los padres de entonces, hoy abuelos, siguen vigilando niños en la playa... sólo que ahora son sus nietos. Los que tuvimos la suerte de tener padres y abuelos con nosotros, y disfrutar de ello, sabemos bien a qué me refiero.

En Segur, hace 30-35 años había pocos lugares donde comprar pero también poca gente para dar vida a más negocios. En la zona de playa, para comprar la nevera ibas a Basars Ricart y para llenarla, al MarBlau o al Splendid. Y no había mucho más.  Y tenías unas cuantas heladerías entre las que destacaba La Jijonenca, que aún existe.

Podías jugar al fútbol en plena calle, cruzar sin preocuparte demasiado del tránsito y dar una vuelta por el paseo marítimo era un gustazo 365 días al año. Calafell era 'el pueblo de al lado'. Hoy no se distingue donde empieza uno y acaba otro. Entonces el paseo no se parecía en nada al que hay ahora, simplemente no existía y de la calle entrabas directamente a la playa, enorme, larga, ancha, limpia, dorada. No íbamos en mountain bike disfrazados de marciano a quemar calorías... ibamos en unas BH enormes, sin frenos, en bañador, a buscar ''palodú' a los descampados, a jugar partidos de fútbol contra otras pandillas en la playa y cosas por el estilo. Sin tanto coche, un gustazo. Pasábamos el día en la playa en verano y muchas mañanas de invierno bien acompañados de un balón, retando a otros en el puerto a un partido de 30 contra 30, de feos contra guapos, los "sin camiseta" contra los "con camiseta", edificio contra edificio o lo que se terciara entonces. Sólo hacía falta un balón y 4 piedras para hacer las porterías. Y lo que menos se miraba era los goles.

Hace ya más de 20 años Segur empezó a promocionarse 'a lo bestia' por radio y televisión ¿Quién no recuerda aquello de 'Segur de Calafell, qué tiene qué tiene?. Una promoción que tanto bien le hizo a las inmobiliarias y negocios hosteleros y tanto mal a la playa y la montaña. En los años 70 se vendía una imagen de Calafell, ¡¡en color!! por tve (la única que había) como el nuevo paraíso residencial cerca de Barcelona, el lugar ideal para la segunda vivienda.

Así que a finales de los 70 empezó a venir gente y parece que esto no para. Y eso lo cambió todo en 20 años: la forma de salir, de jugar, los locales y la fisonomía del lugar. En aquellos años, los 70 y 80, los lugares de ocio eran más bien pocos. Los jovencitos de entonces, nos reuníamos en:

- Los Autos. Jugar al futbolín, el millón y tratar de ligar algo (aunque fuera un resfriado).
  Ahora es un enorme bloque de apartamentos desde el año 2000.
- el Chiqui Pub, que desde 1976 a 1999 fue lugar de reunión de muchas collas de amigos e incluso de dos generaciones. Chiqui Pub, con Angels, Agustí y Marian tras la barra, era un pub parecido a los ibicencos con un encanto que no tendrá ningún local en este pueblo ni por asomo.
Chiqui cerró en 1999, El lugar es ahora es un enorme bloque de apartamentos,
- GatoPardo  era la discoteca justo al entrar por el único puente sobre la vía que existía entonces.
(R.I.P hace unos 20 años, ahora un bloque de apartamentos lleva su nombre)
- El Coral, un pub en pleno paseo marítimo -trasladado en 1999 al centro del pueblo). Emilio, Isa y Dolores siguen aún al pie del cañón, pero aquellas juergas en el Coral de la playa, "persiana cerrada y barra abierta", que duraban hasta que se iba el último, hoy se terminan a las 3 o pasa algún policía local 'de visita'. (más de uno de ellos había estado tiempo atrás hasta las tantas, cosas de la vida).
- El Zorro. Restaurante a pie de playa con precios de chiringuito. Aún existe, pero Miguel, su primer amo, hace ya años que nos dejó y ahora es un local de paella veloz dirigido a los domingueros, más veloces aún.

- El Sarau. Paellas, comilonas de colla, algún vermut al mediodía... Otro punto de reunión para salir luego de copeo. Aún existe. Milagro !! Igual que el Llamas, que era donde sereunían los que vivían en 'la montaña'.

- Hablaría de Talco, Punto, Xus, Arena... es el actual LOU, un local que ha tenido tantos nombres como amos o puede que más. Aún funciona.


Hoy, esos locales, con su historia particular, han dado paso a bloques de pisos con tendencia a convertirse en colmenas en plena temporada de calor. Digamos que los Jesús Gil locales hicieron su agosto con el agosto de otros.
Hasta ahora podría parecer que casi todo está mal. Ni mucho menos. Segur tiene el mar y la montaña uno al lado del otro. Se vive fenomenalmente en la montaña y abajo, cuando no hay demasiada gente, también se está muy bien. Es agradable pasear por la playa durante casi 10 meses al año. El sol de invierno casi siempre suele acompañar, pues el clima es fantástico, ya que la orientación al sur proporciona el máximo posible de aprovechamiento del sol. Los que vienen de temporada, en agosto, pagando fortunas por el gran mogollón, no sabrán nunca de lo que hablo.

Finalmente Segur es mi lugar de residencia. Por motivos obvios. Aquel lugar al que me gustaba ir los fines de semana, con su encanto en invierno y verano, tenía que ser el lugar al que me fuera a vivir. Compré en el 98 mi propio apartamento. Finalmente me fui con mi mujer a vivir a la montaña a primeros del 2000, porque abajo aunque disfrutas del encanto de estar al lado del mar, a partir de semana santa, acostumbrado al silencio, es posible que te vuelvas loco. Mucha gente y poca paz. No soy el único que lo piensa. La mayor parte de los del pueblo pasamos de Agosto por lo que supone de ruido y la barbaridad de gente que llega a venir. Ha empeorado la calidad del turismo, sobretodo en los últimos diez años y no digamos la peña que viene de marcha. Hay cada hortera que tira de espaldas y más de un salvaje suelto, y cada vez más gente, posiblemente por la proximidad a Barcelona. Antes veraneaban en Gavá, Castelldefels, y no iban más abajo; pero hay algo que está claro, cada ayuntamiento tiene la gente que se merece y cada negocio aquello que ha buscado.

Hoy sigo viviendo en la montaña, sin mujer (vamos, me he quedado con la parte buena, muchos casados sabrán lo que digo :-) y disfrutando de dormir sin ruido, la playa cerca (oir el mar en verano es un lujo) y viendo como poco a poco se pierde el caliu que tenía Segur. Lo llaman progreso, vaya.
Hoy en día la urbanización de la montaña es mucho más grande que Calafell en sí. El pueblo mantiene su encanto, pero tanto Calafell como Segur en la zonas de playa se han masificado. En cambio, es curioso ver en pleno invierno como el paseo es una parte de ciudad fantasma compuesta de edificios con todas las persianas cerradas.

Vivir en Segur supone estar tranquilo y descansar -es curioso que los que vienen de vacaciones no pronuncian nunca la palabra descansar sino desconectar -. Y hay que buscar la parte buena del hecho de que ahora venga mucha gente en verano: el resto del año disfrutas de centros comerciales, bares, restaurantes (también los nuevos cines) sin hacer cola !!

No es la mejor zona del mundo, pero comparado a lo que llaman civilización y vida normal (o sea tránsito, ruido, masificación, obras, etc!) es ideal.
Lo mejor de todo, es que aún tengo a muchos de los amigos de aquella época. A ellos y a los que vivisteis algo que es imposible que vuelva os dedico esta web.


Saludos.

Segur de Calafell, 2001

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